No han de haber
tambores ni platillos,
Su llegada es sigilosa
Hasta que su voz
Hasta que su canto
Parpadean
todos
agazapados
amontonados
enjambres de colmillos
lenguas de groserías
salivando deseo.
Dueños de vidas ajenas
¡Se apropiaron del verbo!
Pero ella
grácil
serena
se ríe de ellos
a empellones
a empellones
construye sus círculos de libertad.
viernes, 26 de mayo de 2017
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