domingo, 29 de abril de 2012
Idea
Chorreo cantidades
que sólo giran, suben y bajan
no responden
sólo balbucean.
Mis sentidos desnudan las ideas
que una vez ya acompasadas
son objeto de gloria
pero en su pedestal
en medio de la tarima
de pánico escénico se espantan
y yo me espanto con ellas
y entonces
vuelvo a chorrear.
Como un payaso que ríe de día
y llora de noche
la romántica idea
destruye todo a su paso
letras, fuegos, personas, ideologías
pero cuando bajo ella
divisa su reinado
se muere de espanto.
Y para desquitarse
me apuñala.
Y mi sangre es su manjar
que le permite
reproducirse
refugiarse
y esperar.
Una jauría de lobos
para la nueva carnicería.
Ya en el último delirio de un desangrado
la siento como un piadoso enemigo
que se acoge de mis súplicas.
Entonces la invoco y la echo.
Pero si la echo no se va
y si se va me quedo solo y sin idea
y si mi quedo solo la echo de menos.
Como un peón
que al liberarse del patrón
llega a la hostil ciudad.
Y entonces la llamo de urgencia
y la muy desgraciada vuelve
y yo muy desgraciado vuelvo
vuelvo a chorrear cantidades.
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